viernes, 20 de abril de 2018

El fondo de pensiones en Telmex y la separación funcional


Miguel Ángel Lara Sánchez

(El presente es un resumen de nuestro Suplemento publicado en este número del periódico bajo el mismo título y que da a conocer el resultado de una investigación sobre las pensiones jubilatorias y el pago de antigüedades. El documento íntegro se puede consultar y descargar de la versión digital de nuestros sitios web y de las redes sociales.)

La primera vez que se pacta la jubilación entre los telefonistas es en 1926 en uno de los dos sindicatos más importantes de telefonistas que existían en aquel entonces. Desde la unificación de los mismos (en 1950) en el actual Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, Telmex tenía una Cuenta llamada Reserva para Contingencias donde acumulaba cierta cantidad de dinero, de la cual pagaba las pensiones jubilatorias y las antiguedades de sus ingresos con cargo a los gastos de operación. En el año de la fusión de los dos sindicatos dicha Reserva representaba el 0.99% de los ingresos totales que obtuvo.
Dos décadas más tarde, en 1972, el Gobierno Federal adquiere el 51% de las acciones de Telmex y con ello se convierte en una empresa pública de propiedad estatal mayoritaria. En ese entonces la Reserva para Contingencias funcionaba de manera similar y representó el 12.56%.
CUADRO 1. TELMEX. PORCENTAJE DE LA RESERVA PARA CONTINGENCIAS CON RESPECTO A LOS INGRESOS TOTALES. Pesos

1950
1972
1990
INGRESOS TOTALES
93,096,454
2,724,637,000
16,273,043,000
RESERVA PARA CONTINGENCIAS
924,437
342,092,000
1,040,892,000
PORCENTAJE CON RESPECTO A LOS INGRESOS
0.99
12.56
9.20
Pasados 18 años, en pleno frenesí neoliberal, el gobierno de Salinas de Gortari da marcha atrás en el carácter paraestatal de Telmex y pasa a manos del capital privado en 1990.  En ese año la Reserva equivale solamente al 9.29% de los ingresos totales, no porque haya bajado, sino porque subieron notablemente sus ingresos totales, como se puede ver en el Cuadro 1.
Entre las primeras medidas que tomaron los nuevos dueños de la empresa, fue la creación de un Fondo en carácter de Fideicomiso que se destinara para el pago de las pensiones y las antiguedades. Comenzó con una aportación de 224 millones de pesos en 1990, cantidad que era muy inferior a las necesidades de ese entonces, si consideramos que la Reserva para Contingencias tenía más de mil millones de pesos en ese año.
Esta Reserva duraría todavía 13 años más, hasta 2002, cuando fue la última vez que se registró en los estados financieros de Telmex, mientras se robustecía el Fondo. En dicho año la Reserva cerró en poco más de 4 mil millones de pesos, mientras que el Fondo en Fideicomiso acumulaba más de 59 mil millones de pesos. Eran tiempos en que había pocos jubilados. por ejemplo, en 2003 en el Contrato Colectivo de Trabajo de Telmex/Strm habían 39,640 telefonistas activos y solo 8,200 jubilados.
Ya privatizada, Telmex ha tenido cambios importantes derivados de la revolución de las telecomunicaciones producto del lenguaje binario y que bajo el control de los nuevos dueños el fin principal y último es la obtención de los máximos niveles de ganancia. Así, ha transitado por cinco desprendimientos importantes:
El primero, al sustraer de nuestra materia de trabajo lo mejor de la comunicación de datos para concentrarla en Uninet y Red Uno, cosa que realizaron durante los años noventa del siglo anterior.
El segundo, al separar en el año 2000 el negocio de la telefonía celular en una empresa distinta y llevarse así la materia de trabajo más lucrativa. Cuando esto sucedió, se llevaron 59 mil millones de pesos de los bienes de Telmex, el 27% del total. Siete años más tarde, en 2007, vuelven a partir la empresa al separar a Telmex Internacional, llevándose casi 92 mil millones de pesos, que representaba el 65% de sus bienes totales, con lo que asestan el tercer golpe.
El cuarto se produce en 2010 cuando los dueños deciden agrupar todos sus negocios de telecomunicaciones en América Móvil, pasando Telmex y Telmex Internacional a ser subsidiarias de aquella. El quinto desprendimiento ocurrió también a principios de esta década cuando concentran activos fundamentales como equipo de conmutación y de transmisión, así como la flota vehicular en la subsidiaria RESA.
En todas estas divisiones se veían afectados los ingresos de Telmex, que venían de más a menos, acentuados por la lucha monopólica que lideraba desde entonces el Grupo Televisa y que ha impedido hasta el momento que Telmex pueda comercializar las señales de televisión.


Por su parte, el Fondo en Fideicomiso alcanzó su mayor inyección en 2003, cuando llegó a casi 8 mil millones de pesos. Pero un año después solo se le aportaron casi mil 700 millones. De 2005 a 2007 las aportaciones anuales bajaron todavía mucho más, pues ninguna de ellas rebasaba los cien millones de pesos. Todavía en los dos años siguientes aportaron al Fondo entre 4 y 6 mil millones de pesos, pero en 2010 solo inyectaron 289 mil pesos. Esa  fue la última vez que Telmex aportó nuevo capital para el Fondo en Fideicomiso, pues en adelante el Fondo se alimentaría casi exclusivamente del rendimiento de los intereses en que se encuentra invertido, es decir, que los dueños del negocio usaron la masa de dinero de esa prestación contractual que cada año creamos en la vida laboral para consolidar ese nuevo perfil corporativo.

 En la actualidad vivimos el sexto intento de partición de la empresa, que se puede consumar si todos los miembros del STRM no nos movilizamos para defender nuestra materia de trabajo y si es que el Secretario General dobla las manos. Vivimos una ofensiva recrudecida por parte de Televisa a través del gobierno Peñista y en particular de su brazo ejecutor, el IFT. Pero también de los dueños de la empresa, pues al amparo de éste, son quienes aprovecharon la ocasión para darle el tiro de gracia a Telmex y partirla en dos.
Pero mientras se ha inducido el achicamiento de Telmex, por el contrario ha crecido el número de jubilados y con ello el pago de las pensiones y las antiguedades en un juego siniestro por parte de los dueños, que pareciera llevar el propósito de conducirla a la quiebra para deshacerse del costo de las jubilaciones.

Analizando el Plan final de separación funcional del IFT, la verdadera intención se asoma: partir al sindicato en dos y llevarlo a una negociación del Contrato Colectivo de Trabajo y los demás reglamentos (Perfiles, Reglamento Interior de Trabajo, Programa de Productividad, etc.) donde los dueños  tengan la oportunidad de rasurar notablemente nuestros derechos laborales y contractuales, particularmente el de la pensión jubilatoria y las antiguedades, restableciendo un severo régimen laboral similar al de tipo carcelario que vivieron las operadoras hasta los años 70s.

4 comentarios:

  1. Sólo un SOS a los dueños de mi querida Empresa Telmex, que piensen en los jubilados que tanto dimos de nuestro entusiasmo trabajo y cariño para el progreso de la misma. Atentamente.

    ResponderEliminar
  2. Miguel Angel Lara9 de mayo de 2018, 11:00

    Así es, estimada Ana. Gracias al esfuerzo de generaciones enteras, América Móvil y Telmex Internacional pudieron llegar a ser grandes y rentables corporaciones.

    ResponderEliminar
  3. Son comerciantes, gente de negocios, la gente es un mero número, sustituible del cual pueden disponer como les venga en gana. Todos nos podríamos rasgar las vestudiras y ellos junto con el gobierno se reirán a carcajadas.

    ResponderEliminar
  4. Telmex llegó a ser la empresa de Telecomunicaciones numero UNO gracias al trabajo y dedicación de sus trabajadores y con esa entrega logramos hacer del dueño de la empresa al hombre más rico del mundo.Es muy injusto que ahora que ya dejamos nuestra salud y tiempo en esa gran empresa, nos quieran mandar a la calle a pedir limosna.
    Tengo confianza (la quiero tener) de que esta situación se arregle de tal forma que TODOS GANEMOS y seguir dando nuestro mejor esfuerzo para que TELMEX siga siendo la mejor EMPRESA DE MEXICO.

    ResponderEliminar